¡Hola a todos! Estoy de nuevo por aquí para traeros una nueva receta vegana. Esta vez, os enseñaré a hacer un plato tradicional japonés: la sopa de miso. Estos días la estamos tomando bastante en casa, porque Lluís se ha resfriado un poco y la verdad es que es una sopa que va genial para hidratarse bien y combatir los malditos virus.
¿Os acordáis del mugi miso? Es un ingrediente que ha salido más de una vez en el blog y que utilizo, por ejemplo, como ingrediente imprescindible en mi receta de sobrasada vegana. Aquellos que en su momento comprasteis el mugi miso, ahora tenéis una nueva ocasión para utilizarlo. En el futuro espero ir publicando nuevas recetas que utilicen este ingrediente japonés. De momento, tengo una idea para hacer un nuevo paté vegano que muy probablemente lo va a llevar. ¡Os mantendré informados!
Para los que no estáis familiarizados con este ingrediente, os explico. El mugi miso se produce fermentando soja con cebada, y el resultado es una pasta densa, de color marrón rojizo, y con un fuerte olor (a mi me recuerda en parte a la sobrasada). Tiene un alto porcentaje de proteínas que, además, son altamente digestivas gracias al proceso de fermentación. Pero para la receta que nos ocupa, quizás la propiedad más interesante del mugi miso es que se trata de un producto rico en minerales y, gracias a las enzimas probióticas, favorece el equilibrio de la flora intestinal.
Si estáis con gripe, la sopa de miso os reconfortará: os hará entrar en calor, os aportará vitaminas y minerales, y favorecerá el cuidado de vuestro tracto digestivo, tanto si estáis tomando antibióticos o si estáis sufriendo problemas gastrointestinales. Para que el mugi miso no pierda sus propiedades, es muy importante añadirlo al final de la cocción, cuando el caldo deje de hervir. De esta forma conservaremos todas las enzimas del miso.
Y para terminar: las recomendaciones de la chef. Para aportar proteínas a la sopa de miso y convertirla en un plato mucho más completo a nivel nutricional, suelo añadirle unos tacos de tofu firme. Además, le doy un toque final con jengibre y cebollino, que son dos ingredientes que me gustan mucho. Vosotros podéis completar la sopa añadiendo un poco de arroz integral (cocinado aparte), fideos cortos, noodles, o cualquier otro vegetal que os apetezca.
¡Ah, por cierto! Este fin de semana haré un curso de panes con mi admirado Ibán Yarza, autor del libro Pan Casero, del cual escribí una reseña hace un tiempo. Tengo unas ganas tremendas. Espero aprender muchas cosas nuevas sobre el apasionante mundo del pan. Estad atentos al blog, porque me imagino que en las próximas semanas habrá alguna que otra receta de pan casero para hornear. Ya os contaré. 😉
Espero que os guste mi receta de sopa de miso y que os ayude a combatir los resfriados y gripes de esta época. Ya veréis que se trata de una sopa que sienta de lujo especialmente en las épocas de frío, aunque en Japón se consume durante todo el año. A nosotros nos encanta tomarla por las noches, porqué es muy ligera, pero mi dietista me recomendó que la tomáramos de desayuno. ¿Una sopa de desayuno? Pues sí. En Japón es muy típico, y la verdad es que un buen bol de sopa de miso por las mañanas te pone las pilas que da gusto. ¡Os lo recomiendo! 🙂
- 1 l. de caldo de verduras
- 1 puerro
- 1 zanahoria
- ½ bloque de tofu firme
- ½ c.s. de mugi miso
- 1 c.c. de jengibre en polvo
- Cebollino fresco
- En una olla pequeña ponemos a hervir el caldo.
- Preparamos las verduras y el tofu: Cortamos la parte blanca del puerro, lo lavamos y lo cortamos en rodajas. Pelamos la zanahoria y la cortamos en rodajas muy finas. Cortamos el tofu en dados pequeños.
- Cuando el caldo arranque a hervir, añadimos las verduras y el tofu. Tapamos, bajamos el fuego al mínimo y dejamos cocinar 10-15 minutos, hasta que la zanahoria esté blanda.
- Apagamos el fuego. Mientras esperamos a que baje la temperatura de la sopa, picamos el cebollino.
- Cuando el caldo deje de hervir añadimos el mugi miso y mezclamos hasta que se diluya. Para este paso, también podéis coger un poco del caldo con un vaso, diluir dentro el mugi miso y verterlo de nuevo en la olla.
- Finalmente añadimos el cebollino picado y el jengibre en polvo.
Gemma
Hola, yo otra vez, me confundí con el tofu que es lo usas medio bloque.
Veo que de miso solo es media cucharada, pero igualmente, la pregunta es la misma, ¿cómo se conserva el MISO que sobra? Muchas gracias y disculpa el despite.
Cris
Hola Gemma!
El tofu lo pones dentro de un recipiente hermético cubierto con agua y lo guardas en la nevera. Aguanta 4-5 días
El miso se conserva durante muchos meses en la nevera dentro de su paquete original.
Un abrazo!!
Gemma
Hola Cris,
Ayer hice esta sopa de miso en casa y fue un éxito.
Seguro que el paquete de miso no se estropeará ya que nos encantó.
Gracias por tur recomendaciones y saludos
Cris
Hola Gemma!
Me alegro mucho de que fuera un éxito. Es genial, porque es una receta muy sana. Ya verás que el miso tiene multitud de aplicaciones. Yo lo he usado muchas más veces de lo que me pensaba. Si buscas por el blog verás que tengo varias recetas que lo llevan.
Un abrazo y gracias por comentar! 😀
Gemma
Tengo una duda. Nunca he usado el miso y me gustaría probar. Pero me pregunto que si se vende en bloques y preciso solo la mitad, ¿la otra mitad cómo se puede conservar? ¿Se estropea con facilidad? ¿Se puede congelar? Vamos, que te agradeceré que me orientes.
Muchas gracias