¡Hola a todos! ¿Qué tal el inicio de año? Del mío no me puedo quejar. Luego os lo cuento…
Este fin de semana me he reincorporado 100% a los temas culinarios y he estado trabajando en un montón de recetas veganas para vosotros. Para empezar la semana con buen sabor de boca, os enseño la receta de estos raviolis de calabacín rellenos de paté de champiñones y acompañados con una salsa de ciruelas y vino que es una delicia para el paladar. 🙂
La peculiaridad de este plato es que los raviolis no están hechos con pasta, sino con calabacín. Exacto, que no son raviolis rellenos de calabacín, sino que son de calabacín. Literalmente. Son una alternativa light a los raviolis tradicionales porque son bajos en carbohidratos, lo que nos viene muy bien a los que estamos intentado perder ese kilo de más que hemos ganado durante las fiestas navideñas.
Por supuesto, como apuntaba una de nuestras lectoras, estos raviolis son un plato de «pasta» diferente apto para personas celíacas o intolerantes al gluten. Como no, si no os gustaran las ciruelas o queréis probar algo diferente, os recomiendo que probéis de acompañarlos con un pesto vegano (sin queso parmesano) preparado a base de albahaca fresca, piñones, ajo, aceite de oliva y sal. Para sustituir el queso podéis optar por usar levadura de cerveza. ¡Os aseguro que el pesto queda genial con el calabacín!
También os recomiendo que para preparar estos raviolis os hagáis con una mandolina o un pelador adecuados, ya que es importante que el calabacín quede cortado bien fino para que sea manejable. Lo suyo es que las tiras tengan un grosor de aproximadamente 1 mm.
El relleno que he usado para los raviolis esta hecho con champiñones y avellanas, y es totalmente vegano. He escogido las avellanas porque quería encontrar un sabor que destacase y diese una nota de atención a los raviolis. Además, quería hacer un relleno que combinase bien con una salsa que está de vicio, hecha a base de ciruelas y vino de Oporto (porqué con Oporto todo sabe mejor, como bien dice mi amiga Marina). ¿Eh, Marina?
A estas alturas, creo que queda claro que soy muy fan de utilizar el vino de Oporto en la cocina, ¿no? Ya visteis que lo usé recientemente para la receta de paté de champiñones. Pero bueno, en realidad, lo podríais cambiar perfectamente por un vino tinto. Eso sí, para esta receta os recomiendo que compréis unas ciruelas bien gordotas. Así os quedará una salsa muy gustosa y destacaran más en el plato.
Espero que os gusten estos originales raviolis de calabacín. En casa han triunfado y la salsa es un auténtico vicio. Por cierto, esto de hacer pasta a base de hortalizas da mucho juego, ¿no os parece? Por ejemplo, he visto gente que prepara tallarines de calabacín… ¿Se os ocurren más ideas? Escríbeme un comentario y me lo cuentas. 🙂
Y bueno, como os adelantaba al principio del post, mi año ha empezado bastante bien. No me puedo quejar y es que los Reyes Magos han sido súper generosos y me han traído una Thermomix. (¡¡¡Uooooo!!!) Estoy con una emoción que no duermo por las noches, pensando en todas las recetas que voy a preparar con mi chiquitina. Cocinar con los fogones y los cuchillos está muy bien, pero ganar tiempo cocinando (¡y cocinando sano!) es óptimo.
Me despido ya. Nos espera un mes cargadito de recetas veganas muy ricas y el estreno de la primera vídeo receta del blog. ¡Ay, qué ganas tengo de que la veáis! 😀
- 1 calabacín grande
- 150 gr. de champiñones
- ½ cebolla
- 30 gr. de avellanas tostadas
- Sal
- Pimienta blanca
- 150 gr. de ciruelas pasas
- 40 gr. de cebolla
- 1 diente de ajo
- 250 ml. de caldo de verdura
- 20 ml. de vino tinto o de Oporto
- 1 c.s. de concentrado de vinagre de Módena
- Picamos la cebolla y limpiamos los champiñones. En una sartén caliente, añadimos un poco de aceite y doramos la cebolla, añadimos los champiñones y dejamos que se sofrían junto con la cebolla.
- Trituramos la cebolla y los champiñones sofritos con las avellanas. Añadimos sal y pimienta blanca.
- Picamos la cebolla y laminamos el ajo. En un cazo pequeño, sofreímos la cebolla. Cuando esté dorada añadimos el ajo. A continuación, añadimos el caldo, el vino, el concentrado de vinagre de Módena y las ciruelas. Tapamos el cazo y dejamos que se cocine a fuego bajo durante unos 20 minutos, hasta que las ciruelas estén bien tiernas. El líquido no debe reducirse del todo.
- Retiramos las ciruelas de la salsa, pero dejamos un par en el cazo para terminar la salsa! Trituramos las ciruelas que hemos reservado en el cazo, con la cebolla, el ajo y el líquido. Como resultado, nos quedará una salsa fina y con cuerpo.
- Ahora que ya tenemos el relleno y la salsa, es momento de hacer los raviolis. Con la ayuda de una mandolina o un pelador ancho, cortamos los calabacines en láminas muy finas. Para formar los raviolis, ponemos una lámina encima de la otra en forma de cruz. En el centro colocamos una buena ración del relleno y cerramos como si fuera un paquete.
- Cuando tengamos montados todos los raviolis, los pasamos por la sartén con un poquito de aceite, el tiempo justo para que el ravioli coja un poco de color.
- Servimos los raviolis de calabacín acompañados de las ciruelas y la salsa caliente.
Mónica
Hola 😉
Quería saber que marca de vino oporto utilizas.
Un saludo!
Cris
Hola Mónica!
Pues utilizo el que venden en mi supermercado habitual. El nombre que aparece en la botella es Tawny.
Besitos de alce!
Ana
¡Hola! Me ha encantado la receta.
¿Crees que se pueden tener preparados los raviolis, «montados» de antemano, y cuando llegue la hora de comer sofreírlos justo antes de servir?
Muchas gracias, y enhorabuena por el blog, ¡soy fan! 🙂
Cris
Hola Ana! Qué ilu tenerte como fan ^_^
Sí, puedes dejarlos preparados y freírlos más tarde.
Un abrazo.
Montse
¡Estupenda receta! Creo que la probaré hoy mismo, aunque no tengo Oporto, pero la versionaré.
Gracias!
Un saludo,
Montse
Cris
Gracias Montse! Esperamos que te guste 🙂
francisco josé gomez
hola chic@s, como va todo.
Hice el roscon de reyes y sabes que? triunfe jajajaj.
y estos ravioliiis de muerte Mmmmmmmmm,
un saludo y feliz domingo.
Cris
Oleee Fran! Qué bien! 🙂 Seguro que te quedó riquísimo!
Un abrazo!
MARTA
Que buena idea. Me apunto !a receta que me ha encantado y así la puede probar mi madre que es celiaca.
Un saludo 🙂
Cris
¡Gracias, Marta! Sí, realmente se trata de una muy buena opción para las personas celíacas e intolerantes al gluten. Si por lo que fuera no os gustan las ciruelas o queréis probar otra cosa os recomiendo hacer un pesto (sin queso parmesano) a base de albahaca fresca, piñones y aceite de oliva virgen. Para sustituir el queso parmesano yo he usado alguna vez levadura de cerveza, pero he investigado y he visto que muchas veces puede contener gluten aunque técnicamente no debería tener… En todo caso, el pesto queda genial con el calabacín. ¡Espero que os gusten!