Hemos vuelto de vacaciones y el mundo se viene abajo… el ordenador con el que hacíamos todo el trabajo del blog ha petado, y el otro ordenador que hay por casa está tan obsoleto que suda y agoniza nada más abrir el Lightroom o el Photoshop. Por suerte, la cámara y los focos siguen funcionando!
Inaguramos la nueva temporada con unas tartaletas de hojaldre saladas. Una propuesta sabrosa y sencilla que puede servir como entrate o picoteo. En el mercado existen varias masas que no contienen ingredientes animales, así que la próxima vez que vayáis al supermercado echadle un vistazo a los ingredientes de la masa de hojaldre. Seguro que encontráis alguna masa vegana que podáis usar.
- 1 paquete de masa de hojaldre redonda
- 1 calabacín
- 3 tomates de pera
- ½ cebolla
- Aceite
- Sal
- Cortamos el calabacín en rodajas muy finas. Quitamos la piel a los tomates y los cortamos en cuadraditos. Cortamos la cebolla en juliana y volvemos a cortar los trozos por la mitad. Si los trozos son muy largos y se salen del molde, los cortaremos por la mitad. Engrasamos y salamos las rodajas de calabacín. Hacemos lo mismo con el tomate y la cebolla.
- Engrasamos los moldes con un poco de aceite de oliva. Con la ayuda de un bol o cualquier otro objeto redondo de 15 cm, cortamos 5 porciones redondas de masa. Forramos los moldes con la masa, presionando con cuidado y cortamos la masa que haya quedado fuera del molde.
- Ponemos a calentar el horno a la temperatura que indique el fabricante. Mientras tanto, iremos iremos las tarteletas al gusto. Yo he empezado por una base de calabacín, seguido de cebolla y tomate. Antes de meter al horno las tartaletas, podéis darles un toque final, añadiendo unos piñones, algunas hierbas secas o pulverizar un poco de aceite de oliva aromatizado como hice yo.
- Horneamos las tartaletas según las instrucciones que nos vengan con la masa encima de la rejilla. Cuando las tartaletas estén doradas, las retiramos del horno con la misma rejilla y las dejamos enfriar antes de servir.
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