Podéis utilizar cualquier tipo de leche vegetal (de soja, de avena, de arroz, de almendras...) y aprovechar alguna que tengáis por casa. Os recomiendo que sea baja en azúcar o sin azúcar, ya que en caso contrario os podría quedar un pastel demasiado dulce. Por otro lado, evitad las leches con sabores para no alterar el gusto del pastel.