Hace pocos días tuvimos la oportunidad de disfrutar de un brunch vegano de la mano de ORIGINS CENAS, proyecto en el que Nerea Hoyos lleva un tiempo trabajando. Confieso que, a pesar de estar tan de moda y de lo que me gusta comer, nunca antes había ido de brunch.
El brunch se celebró es un piso IMPRESIONANTE del Raval. Con impresionante quiero decir que el espacio es un tesoro arquitectónico y hasta ahora no había visto nada igual en Barcelona. Techos altos, con molduras y conservando las pinturas originales, suelos de baldosa hidráulica, estancias anchas, chimenea y una acogedora terraza cubierta. Nos recibieron con una copa de mimosa y, mientras, se nos hacía la boca agua con los patés vegetales que ya estaban servidos en la mesa.
Empezó el brunch. Nerea nos explicó que había organizado el brunch en dos actos: los platos salados seguidos de los dulces. Primero fue el turno de la degustación tres patés (aguacate, hummus y hummus con remolacha) y un poco de pan con tomate. Después, verduras asadas, revuelto de tofu y, lo que más me gustó del plato, salchichas veganas con puré de patatas. Fin del primer acto.
El segundo acto empezó con unos mini-pancakes de polenta, acompañado de yogur con granola, galletas de naranja, un plumcake y tres mermeladas caseras: manzana, fresa y calabaza con coco (mi favorita de este acto). Además, durante todo el brunch pudimos servirnos libremente café, té, zumo y leche vegetal.
La experiencia del brunch fue fantástica. La comida realmente buena y, quizás lo más difícil de conseguir, con mucha, mucha, personalidad. Tanto el menú como la presentación tenían un carácter rústico, femenino por el protagonismo del color malva y sin perder esa sensación de que te encuentras en un oasis dentro del corazón de una gran ciudad.
Podréis vivir esta experiencia este domingo 22 de marzo, con un brunch dedicado a la primavera. Será un menú muy floral, con sabores delicados y mezclas que seguro que sorprenderán. A través de Facebook podréis consultar los próximos domingos de brunch, siempre vegano, con productos de temporada y jugando con el color de los alimentos (sello de identidad de Nerea). Cada domingo el menú será diferente; una razón más para repetir.
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